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Foto del escritorAbel Forlino

Calostro, el punto de partida para obtener carne de alta calidad

En la producción de la carne bovina, existen procesos biológicos que son

imprescindibles en la vida animal,

especialmente en sus primeras doce horas de nacimiento. Un ejemplo es la producción de calostro. El calostro es

una secreción láctea que ocurre en la

glándula mamaria del animal alrededor de tres semanas antes del parto y contiene altas concentraciones de nutrientes, inmunoglobulinas y citoquinas.

Los animales deben alimentarse, dentro de las primeras horas de vida, con entre tres a cuatro litros de calostro materno dado que este proporciona hidratación al ternero recién nacido y energía que se transformará en calor.

Los críos así obtienen inmunidad vía una transferencia pasiva, pues durante el período de gestación de las vacas, la placenta impide la transmisión transplacentaria de inmunoglobulinas.

Por tanto, el calostro tiene un papel en el refuerzo de la resistencia a las enfermedades en los animales, desde el primer día de vida del ternero da fruto a un sistema inmune mucho más desarrollado, y, en consecuencia, menos situaciones de estrés durante toda su vida, aportando de manera indirecta a la calidad e inocuidad de la carne.

Un ternero sano, bajo estas condiciones, expresará todo su potencial genético debido a una mejor crianza y desarrollo. A raíz de lo anterior, el productor logrará mejor rentabilidad y el consumidor final, que está cada vez más informado, pagará por un producto de mejor calidad.


Sin embargo, la ausencia de calostro en el primer día pone en riesgo la vida del ternero o su desarrollo futuro debido a que estará desprotegido inmunológicamente en esta etapa, lo que puede afectar la productividad del rodeo.


EL CALOSTRO, CLAVE PARA LA SALUD ANIMAL Y LA INDUSTRIA CÁRNICA


Diferentes estudios en los últimos años [Poulsen et al. (2010), Swan et  al. (2007) e Urakawa et al. (2023)] han hecho referencia al tema de calostro. En algunos de ellos, los científicos examinaron aquellos factores de riesgo que contribuyen a una transferencia insuficiente de anticuerpos en los terneros recién nacidos, así como los consiguientes efectos negativos para la salud. Para esto, ellos señalan, es clave el buen amamantamiento de los terneros en las primeras horas de vida. Las vacas que han tenido varios partos, producen calostro de mejor calidad porque han enfrentado más antígenos o enfermedades; otras también, con la edad, han acumulado inmunoglobulinas debido a un consistente plan de vacunación. No obstante, existen factores, en torno al estado de salud o edad de la madre o hasta la muerte de ella en el parto. Todos disparadores que pueden producir un calostro de mala calidad, inclusive uno cuya concentración de inmunoglobulinas sea insuficiente. El calostro inadecuado corre el riesgo de repercutir en elevadas tasas de mortalidad en los terneros, altos costos por el mayor número de tratamientos, pesos reducidos de la canal bovina o un bajo número de terneros producidos por año. Las ventajas competitivas que ofrece un buen calostro van más allá de la genética animal, dado que, tal como se mencionó, repercute en un desarrollado sistema inmune, con menor posibilidad de enfermedades y situaciones de tensión durante su vida, lo que, después de haber pasado por las diferentes etapas productivas, genera un buen peso y alta calidad de las canales. Sumado a lo anterior, dichas circunstancias dan fruto a un color, textura y marmoleo de la carne favorable, y son un justificativo económico relevante. Por otra parte, un animal débil y propenso a enfermedades con un pobre sistema inmunológico tendrá más enfermedades y sufrirá más estrés, lo que afectará el consumo de alimento y, adicionalmente, su desarrollo y su peso a la hora de la faena.


 BUEN MANEJO DE ALTERNATIVAS DEL CALOSTRO EN EL MERCADO


A pesar de todos sus beneficios, el calostro no siempre está al alcance de los ganaderos y, en algunos casos, éste puede tener la presencia de agentes patógenos o no reúne las condiciones necesarias, por lo que una alternativa adecuada al calostro materno es el sustituto o calostro artificial. El calostro artificial encapsula inmunoglobulinas bovinas derivadas típicamente del calostro o plasma (46% de proteína cruda) y grasa (24% aceites y grasas), siendo una fuente alternativa cuando se presentan las condiciones previamente mencionadas. Su presentación es generalmente en polvo, que se combina con agua y se calienta hasta los 39°C para su suministro al ternero recién nacido. Sin embargo, su utilización puede conllevar costos adicionales y requerir de esfuerzos suplementarios para la lactancia de los terneros, o bien puede haber una falta de este producto en algunos mercados. Mientras que numerosos trabajos académicos muestran la eficacia del calostro comparado con su sustituto, otros exhiben lo contrario, dado que se han observado diferencias con respecto al éxito de la transferencia pasiva. Entre estos está la investigación de Poulsen et al. (2010), quienes realizaron un análisis comparativo de la transferencia pasiva en bovinos alimentados con calostro maternal versus sustituto de calostro y no encontraron diferencias significativas. Por el contrario, Swan et al. (2007) señalaron un fracaso de la transferencia pasiva en terneros alimentados con sustituto de calostro, debido a la absorción insuficiente de inmunoglobulinas, lo que podría perjudicar la salud y la supervivencia.


Entre todas estas y otras investigaciones, se destaca la de Urakawa et al. (2023), que analizó los efectos negativos y positivos del calostro materno y un sustituto sobre el perfil inmunológico, el crecimiento, y la salud de los terneros wagyu pre-destetados. Dicho trabajo consistió en alimentar cuatro grupos de terneros, dos con calostro materno y otros dos con sustituto de calostro, siendo un total de cuatro hatos diferentes de Japón. Así, el calostro materno se les administró, por medio de amamantadores artificiales, al primer grupo de terneros dentro de las 10 horas posteriores al nacimiento (con un máximo de 3 litros de calostro). El sustituto de calostro fue administrado al segundo grupo dentro de las primeras 12 horas post nacimiento (máximo 4,2 litros con 150 g de IgG derivada del calostro, que es la cantidad necesaria de IgG para lograr una inmunidad pasiva aceptable). Los técnicos de la investigación fueron responsables de las tareas asociadas a la preparación del sustituto de calostro de bovino, el cual fabricaron con materia prima de alta calidad cuidadosamente seleccionada. Dichos terneros permanecieron en el corral de maternidad durante los primeros días, tiempo durante el cual los técnicos extrajeron muestras de sangre a los terneros al primer, segundo y tercer mes de vida consecutivamente. Solo durante el primer mes, los científicos recopilaron información concerniente a cualquier enfermedad respiratoria detectada. En los animales con un mes de edad, según los científicos, la frecuencia de los tratamientos para las enfermedades respiratorias fue significativamente menor (p < 0.01) en el grupo que recibió calostro comparado con aquellos que recibieron el sustituto. Los animales fueron después destetados a los 60 días post nacimiento para finalizar su cría, recría y terminación en grupos de cinco a seis animales en diferentes corrales. Los terneros wagyu alimentados con sustituto de calostro exhibieron una activación retardada del sistema inmunológico y mayores posibilidades de falla en la transferencia de inmunidad pasiva. Además, la alimentación con dicha alternativa resultó en la disminución de las poblaciones de diversas células inmunocompetentes no sólo durante el período de alimentación con calostro, sino también después de que desapareció la inmunidad pasiva. Ambos grupos fueron monitoreados por el personal veterinario hasta llegar a la edad de 30 meses para ser posteriormente faenados en la planta, culminando con el pesaje de sus respectivas canales. En este sentido, el peso de las canales cuyos animales recibieron calostro fue más alto (p<0.05) que aquellos con el substituto. El estudio concluyó que los terneros alimentados con sustituto de calostro exhibieron una activación más tardía del sistema inmunológico y hubo mayores posibilidades de falla en la transferencia de inmunidad pasiva. Señaló además que el suministro aumenta las posibilidades de infección bacteriana en los primeros años de vida y, al mismo tiempo, disminuye el rendimiento productivo de los terneros después del calostro, tal como lo demuestra la reducción de la resistencia a las enfermedades, el aumento de las tasas de morbilidad y mortalidad, y la disminución del peso de la canal al momento de la faena. Dicho estudio destacó la importancia de ciertos parámetros inmunológicos esenciales y cómo son afectados, tanto para el suministro de calostro materno como para su sustituto. Estos resultados permiten a los productores tomar decisiones más contundentes con respecto al manejo del suministro de sustituto de calostro.




 VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE USAR UN SUSTITUTO DE CALOSTRO


El sustituto de calostro, que no requiere congelación ni descongelación, es apropiado para los terneros y proporciona consistencia y alta calidad. Los animales reciben un mínimo de 150 g-200 g de IgG, y hasta un máximo de 300 g, logrando tasas de transferencia pasiva aceptables. Si bien el calostro materno es muchas veces superior al sustituto, a veces sucede que no todo el calostro materno contiene estas cantidades de inmunoglobulinas.


El sustituto del calostro, que no requiere tratamiento térmico ni pasteurización, garantiza la ausencia y evita la transmisión de patógenos, tales como Mycoplasma spp., Salmonella spp. y Mycobacterium avium, convirtiéndose en una enorme ventaja. Sin embargo, cuando se alimenta con un sustituto del calostro, la cantidad total administrada suele ser menor que tres a cuatro litros. El costo es el mayor problema para muchos productores, dado que existe variabilidad de precios de acuerdo con la marca y el país, lo que conlleva a administrar una dosis que no llegue al mínimo deseado de 150 IgG. Suele también suceder que el producto que no sea de calidad suficiente.

Si queremos igualar el producto usado de baja calidad con lo que la madre le habría dado al ternero, debemos proporcionar un mínimo de 150 a 200 g de IgG. Por lo tanto, el suministro de múltiples dosis de un sustituto de calostro puede resultar bastante costoso.


CONCLUSIÓN


Si bien el uso de un sustituto de calostro no es mejor que el calostro materno en absoluto, es importante desarrollar tanto una estrategia de calostrado, para asegurarnos de que nunca falte, como, posteriormente, un protocolo para su uso.

El objetivo de todo productor es el de alimentar al ternero con la cantidad adecuada de calostro de alta calidad de manera oportuna, pero ese no siempre es el caso. Por lo tanto, hay que determinar cuáles son sus objetivos de calostro. Si el objetivo es mantener vivo al ternero, entonces alimentarlo con un mínimo de 100 g de IgG será suficiente. Sin embargo, como el objetivo realmente debería ser proporcionar entre 200 y 300 g de IgG para garantizar una transferencia pasiva adecuada, debemos activar un plan de calostrado eficiente. La salud de los terneros, la vida productiva futura, y la rentabilidad de la empresa ganadera están directamente relacionadas con el uso del calostro en los animales. Este es el punto de partida y una de las etapas más sensibles en la vida del animal y, por ende, debe de ser la prioridad de todos los negocios ganaderos en el mundo.


REFERENCIAS


■ Poulsen, Keith P.; Foley, Andrea L.; Collins, Michael T.; McGuirk y Shiela M. “Comparison of passive transfer of immunity in neonatal dairy calves fed colostrum or bovine serum-based colostrum replacement and colostrum supplement products”. Journal of the American Veterinary Medical Association, October 15, 2010; 237 (8): pgs. 949-954.

■ Swan. H.; Godden S.; Bey, R; Wells, S; Fetrow, J; y Chester-Jones, H, “Passive transfer of immunoglob ulin G and preweaning health in Holstein calves fed a commercial colostrum replacer”. Journal of Dairy Science, August 2007, 90 (8) pgs. 3857-3866.

■ Urakawa, Marimu; Baakhtari, Mahmoud; Ramah, Amany; Imatake, Shoichiro; Ahmadi, Parnian; Deguchi, Yuichiro; Uematsu, Mizuho; Nakama, Yoshiki; Imabeppu, Kazunari; Nomura, Yusuke y Yasuda, Masahiro, “Comparative Analysis of Maternal Colostrum and Colostrum Replacer Effects on Immunity, Growth, and Health of Japanese Black Calves”, Animals 2024, 14(2), 346





Abel Forlino

Carnetec










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